A pesar que los especialistas advierten sobre los peligros para la salud asociados con el consumo del tabaco, especialmente a través de los cigarrillos, hay un riesgo al cual la mayoría de fumadores hace caso omiso: la ceguera.
Según una encuesta realizada por la Asociación de Optómetras de Reino Unido (AOP), sólo una de cada cinco personas conoce que puede quedar ciega al continuar fumando.
Ante esto, el Real Instituto de Personas Ciegas, una organización caritativa que ofrece apoyo e información para invidentes en Reino Unida asegura que los fumadores son dos veces más propensos a perder la vista comparados a los que no fuman.
Pero, ¿cómo el humo daña a tus ojos?
La Academia de Oftalmología de Estados Unidos explica que el humo del cigarrillo contiene químicos tóxicos que pueden irritar y dañar los ojos tanto de los fumadores activos como pasivos, asimismo, agravar problemas de la vista como:
Síndrome del ojo seco
Es una molestia de picor y aspereza con el movimiento del párpado sobre el ojo, como si hubiera una partícula extraña, la cual, con el humo hace que el ojo se enrojezca y la visión se vuelve menos nítida. En casos extremos, se pueden producir cicatrices en la córnea, particularmente si el problema es prolongado.
Cataratas
Las cataratas nublan la visión y hacen ver los colores opacos, desteñidos o amarillentos. La cirugía es necesaria para corregir este mal.
Retinopatía diabética
El fumar puede empeorar los problemas de la vista relacionados a la diabetes al dañar los vasos sanguíneos en la retina, en el fondo del ojo.
Los vasos sanguíneos dañados resultan en una visión borrosa y distorsionada y, posiblemente ceguera.
Degeneración macular asociada con la edad
Los fumadores tiene tres veces más probabilidades de desarrollar esta condición que afecta la visión central y reduce la habilidad del individuo de distinguir detalles finos.
Neuropatía óptica
Los fumadores son 16 veces más propensos que los no fumadores de experimentar la pérdida súbita de visión causada por neuropatía óptica, cuando se bloquea la irrigación sanguínea al ojo. Puede resultar en ceguera permanente.
Uveitis
En la encuesta de la Asociación de Optómetras de Reino Unido (AOP) realizada con 2.006 adultos, apenas 18% contestaron correctamente que fumar aumentaba el riesgo de ceguera o perdida de visión, mientras que 76% sabía que estaba asociado con el cáncer.